ALMA PARA CRISTO
Por: Roberto Torres
Mi deber como cristiano, así como fui instruido y
enseñado en la Palabra, como hombre de fe
quiero y deseo que todos mis amigos, compañeros, familiares
y todos los que se acerquen a mí, conozca de la Biblia y traten de
vivirla, imitando hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo; No quiero que por mi culpa su sangre
sea reclamada a Dios desde el cielo (Efesio 4:13) (Génesis 4:10)
Trato siempre de llevar
las buenas nuevas de salvación, hablarle de Cristo cada vez que alguien
me lo pidas, con amor, con paz, masedubre y templanzas, son muchos con
lo que he orado y han aceptado a Jesucristo, aunque muchos no están
perseverando otro si y Jesús les dijo: Id por todo el mundo y predicad
el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo;
pero el que no crea será condenado. (Marcos 16: 15-16)
He
comprendido que para ser hijo legitimo de Dios, lo primero que
debemos hacer es aceptarlo en nuestro corazón que no
importas la religión que profese, ni en que
iglesia te congregue todas rodillas se doblegan antes Dios y todas
lenguas lo confesaran para ser salvo (Romanos 14:11; Filipenses
2:10-11)
Dios hablo, la
Biblia lo dice y yo lo creo, que si confesares con tu boca que Jesús es
el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo. Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues
la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque
no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de
todos, es rico para con todos los que le invocan; porque
todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. (Romanos
10:9-13; Salmos 95:6: 22:29; 2 Crónicas 7:3; 29:29; Isaías 45:23)
Lo
más importante es sembrar la semilla, aunque caiga en diferentes lugares
o terrenos, rocas, espinas, buena tierra porque el Espíritu Santo dará
el crecimiento espiritual. Pero nunca retornará
vacía (Isaías 55:11) (Lucas 8:13-16)
Porque como desciende de los
cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra,
y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que
come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la
envié." (Isaías 55:10–11).
Nosotros somos los
representantes de Dios en la Tierra, sus portavoces, y el apóstol Pablo
nos ordena imitarlo. Como sus representantes, debemos confesar su
Palabra tal como Él lo haría. Debemos confesarla audazmente, con
autoridad, creyendo que tiene poder para cambiar nuestra vida y nuestras
circunstancias.
De modo que, si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas
(2 Corintios 5:17)
No son muchas las almas que he ganado para Cristo, pero en el tiempo que
tengo, creo que he puesto a producir mis talentos, con mi libro
Cristomicina ha sido de gran bendición y ha tocado muchas almas que hoy
le sirve al Señor, aunque otras esperan el crecimiento espiritual.
Siempre que me acuerdo de ellos oro y le doy seguimiento.
Así que hermanos míos tenga fe, paciencia si has sembrado esas almas
tarde o temprano geminaran, porque sabes en quien hemos creído, Dios le
bendigas rica y abundantemente hoy, mañana
y siempre
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