Por: Roberto
Torres
“Es lamentable, pero él que se
murió con tierra tiene” esta y otras expresiones típicas surgen a cada
instante de persona que generalmente no conocen, ni estudian la palabra
de Dios. Sabemos que todos vamos a morir debido al pecado Adánico por
la desobediencia de Adán (Génesis 2:17) y que somos creados del
polvo y al polvo la carne debe volver, pero el aliento de vida (el alma)
¿A donde va?
En verdad las personas se
cuestionan sobre la muerte y tienen muchas creencias pero que nos dice
la Biblia. He aquí que todas las almas son mías; como el alma del
padre, así del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá (Ezequiel
18:4). Entendemos que todos hemos pecado y estamos destituido de la
gloria de Dios; pero que existe una esperanza o mejor dicho una promesa
para lo que hemos aceptado el sacrificio de Jesús, que con su sangre
preciosa nos limpia de todo pecado y que está establecido para los
hombres que mueran una sola vez, y que luego vendrá el juicio
(Hebreos 9:27)
El creyente tiene vida de
resurrección, habiendo resucitado espiritualmente por medio del bautizo
en su nuevo nacimiento; pero tiene pendiente la adopción de la
resurrección del cuerpo, esta es la primera resurrección donde somos
salvo mediante la fe en la obra redentora de Cristo, seremos
bienaventurados y santo el que por sus obras tiene parte en esta
resurrección. Para el impío es cosa horrenda caer en mano de un Dios
vivo y comparecer ante el juicio. (Juan 5: 24; Romanos 6:1,4; 8:23;
Efesios 2:4-6; Colosenses 1:3-4; Apocalipsis 20:1-6,13; hebreo 10:31
Que todos los muertos grandes
y pequeños los que están en el agua del mar, lo que están en el Hades
y la muerte entregan a los muertos que había en ellas para ser
juzgado cada uno según sus obras, y los que no se hallaron inscrito
en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego para la segunda
muerte, recuerdas que el Poder de Dios triunfa sobre la muerte, que los
amados del Señor pueden escapar a la tumba, no seas como los Saduceos
que no creyeron en ella (Génesis
5:24;
Apocalipsis 20:11-5).
Ahora bien se habla de dos
resurrecciones, una de los impíos e injusto, aquellos que han muerto sin
aceptar a Cristo (no creyentes), esta será la segunda resurrección para
confusión eterna o juicio final. Y muchos los que duermen en el polvo
de la tierra serán despertados, uno para vida eterna y otros para
vergüenza y confusión perpetua o castigo eterno todo lo que hicieron
maldad. (Daniel 12:2; Mateo 25:46; Juan 5: 29).
¿Pero cuando será esto?
Tendrá lugar a la venida de Cristo, en días postreros en el momento de
arrebatamiento de la iglesia. Porque el señor mismo con voz de mando,
con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitaran primero. Luego nosotros los vivimos, lo
que hallamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las
nubes para recibir el Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor (1Tesalonisenses 4:16-17; 1Corintios 15:51-52) esta es la
primera resurrección antes de los mil años, así ya sabemos que debemos
hacer, para que los muertos no se queden solo en la tierra, ni sean
lanzado al lago de fuego en su segunda muerte.
No se sabe ni el día ni la hora
en que vendrá el Señor, puede ser en un abrir y cerrar de ojos, puede
ser ahora mismo, en este instante. ¿Está usted preparado para recibirlo
y pertenecen a la primera resurrección? Bienaventurado y santo el que
tiene parte en ella; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos,
sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil
años. (Apocalipsis 20: 6).
No espere más Cristo es la
resurrección y la vida cree en él y aunque este muerto no morirá
eternamente, cree en el Hijo de Dios y tendrá vida eterna para que
Jehová te resucitará en día postrero Dios te bendigas.
(Juan 6: 40; 11: 25)
Testimonios sobre la
resurrección
Jesús se aparece a
los discípulos en cuerpo real, en varias ocasiones.
Primero los
discípulos lo vieron; Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús
se apareció a los once mismos se puso en medio de ellos, y les dijo:
Paz a vosotros Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero
él les dijo reprochando su incredulidad y dureza de corazón: porque no
habían creído a los que le habían visto resucitado. ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro
corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo
soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como
veis que yo tengo.
Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
Segundo los tocaron y comieron junto a él. Pero como todavía ellos, de
gozo, no lo creían y estaban maravillados, les dijo:
--¿Tenéis
aquí algo de comer?
Entonces le dieron un
trozo de pescado asado y un panal de miel. Él lo tomó y comió delante
de ellos.
Tercero además se
aparece a María Magdalena y ella reconoció su voz. Pero María estaba
fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para
mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas,
que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde
el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué
lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han
puesto. Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba
allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer,
¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú
lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. Jesús le
dijo:
¡María!
Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). Jesús
le dijo:
No me toques,
porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo
a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las
nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas
cosas. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo,
fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a
dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al
encuentro, diciendo:
¡Salve!
Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. (Mt.
28.16-20;
Mr. 16.14-18; (
Mr. 16.9-11)
Jn. 20.19-23
Lucas
24:36-40)
Pero
después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino al
campo. Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos
les creyeron
Jesús les dijo:
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas
el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que
creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les
hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
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