Los bellos paisajes no se comen
Luis H. Arthur S.
“El
cambio de ambiente y trato con nuevas personas, sin importar su nivel
cultural y social, es siempre aleccionador. Se ven otras facetas de la
vida, y se aprecian en vivo y a todo color las ventajas, diferencias y
abusos.
En este pasado viaje al Pico Duarte, pudimos compartir con muchas
personas excursionistas que ni sus nombres conocemos, con guías,
muleros, guarda parques y militares.
Quiero concentrar mi atención esta vez en los Guarda parques, que son
personas que viven una realidad penosa.
Los guarda parques son un cuerpo cuasi “para-militar”, donde el director
o encargado tiene rango. Son personas de todas las edades, delgados,
curtidos por el frío. Pertenecen a la Dirección de Parques y ésta a La
Secretaria del Medio Ambiente.
Su trabajo consiste en pasarse 8 días en una caseta remota vigilando y
cuidando y descansar 8 días en el seno familiar. Generalmente están en
pareja. Algunos tienen mulos para hacer el viaje de ida y vuelta al
sitio que le designen, que es cambiado con mucha regularidad. Otros lo
hacen a pie.
Los hay callados y parlanchines, como somos todos. Generalmente cuando
llegan excursionistas, se alegran mucho por la compañía, y porque de
alguna manera van a compartir lo cocinado del grupo. Son amables,
afables y respetuosos. Personas sencillas. Acostumbradas a la soledad,
el frío y el hambre.
¿Sabe usted, amigo lector, cuanto gana un Guarda parque? $1,440.00 a la
quincena.
A eso se le añade $500.00 mensuales para sus viáticos de 16 días por mes
en la loma, en su puesto de trabajo. La semana pasada no habían
recibido sus viáticos durante los últimos 3 meses.
Fuera de sus servicios normales y regulares, ellos tienen que estar
disponible para cualquier llamada, durante sus descansos”.
“Si no
atienden el llamado, lo cancelan. Nos enteramos que como Diciembre y
Enero son los meses de excursiones masivas, los caminos hay que
despejarlos de maleza que los arropa, troncos que lo obstruyen y
desbarrancaderos que las lluvias causan.
Hay que darles una manita de gatos. Pues bien, como “economía” de quién
sabe quien, estos señores tiene que trabajar sus días de descanso en
esas labores. Eso evita que ellos puedan “chiripiar” en sus conucos o
los ajenos en busca de más ingreso.
¿Qué se hará con los $100.00 que le cobran a cada visitante? ¿Y con la
asignación para reparaciones y mantenimiento?
Llenar el tanque de gasolina del Secretario de Medio Ambiente o del
Director de parque, lo cual debe suceder dos veces por semana cuando
menos, cuesta a $99 el galón unos $2,000.00, lo que monta al mes unos
$16,000.00. Aquellos señores, abandonados de la suerte, sólo reciben
$2,880.00 al mes más los $500.00 que les deben, para cubrir sus gastos y
los de su familia.
El contraste es abrumador.
En las alturas de los parques, no hay nada que comer. Los Pinos y la
Bromelias no se comen. Está prohibido cazar los escasos puercos
cimarrones que dicen hay, pues yo no vi más que dos lagartitos, una
mosca y unos cuantos ayes, y oí un pajarito carpintero cantar y ratones
dueños de la noche en las Casetas.
No les permiten ni tener un cantero de hortaliza, o unas matas de
plátano, rulos, guineo, ni yuca, batata, yautía, alrededor o detrás de
la Caseta.
El que no lleva comida a las alturas, pasa hambre. No hay vecinos,
familiares que le de un bocadito, ni colmados o ventorrillo donde “echar
un fia´o”, nada.
Sólo frío, belleza (para los citadinos), desolación y mucha agua.
Mientras los políticos malgastan, dilapidan, roban el dinero del pueblo,
compran delegados y conciencias, el cuerpo de Guarda parques,
responsable de la preservación de los bosques para garantizan el agua
que nos da vida y que cada día contaminamos y mal usamos, viven en un
ambiente de miseria infinita.
Algunas Ideas
Luis H.
Arthur S.
Para subir al Pico Duarte basta con presentarse a una de las
casetas de los diversos caminos de subida, contratar a un guía, mulos y
pagar la entrada.
El guía es necesario y será el responsable de que Ud. no se extravíe, y
se le obedecerá en sus instrucciones. Ud. es responsable de sí mismo.
Puede subir caminando y cargar sus pertenencias, o contratar uno o más
mulos para que se las lleven, y también a Ud. y al guía y subir montados.
Las comidas de ambos corren por su cuenta.
Hay personas y empresas que se dedican a llevar grupos como Sajoma
Tours. Se contratan sus servicios y ellos corren con los detalles y la
organización. Contratan el autobús de ida y vuelta, los guías, mulos,
llevan la comida, cocinan y hasta suplen las casas de campaña y se
ocupan de su seguridad.
Hasta este momento, los organizadores y sus representantes, no tienen
que sacar licencia ni llevar un cursillo de supervivencia, primeros
auxilios y seguridad y manejo de grupos y conservación ambiental, lo
cual sería muy conveniente dado el auge que están tomando estos viajes.
Lo mismo debería ser aplicable a todo parque controlado, donde quien
organiza lleva la responsabilidad de personas.
De ninguna manera estoy abogando porque burocraticen el proceso, sino
que lo revistan de reglas claras y simples y que se aseguren que quienes
organizan viajes, tengan los suficientes conocimientos y conozcan los
canales establecidos para cualquier caso de emergencia.
Ojala el acceso a celulares se tarde mucho en llegar, para no dañar la
magia del aislamiento y la convivencia con la naturaleza. La
comunicación debe ser como había hasta hace un par de años, de una red
de radios con celdas solares en cada refugio, que además alertan de
fuegos forestales y accidentes aéreos.
Los caminos deben marcarse mejor. Con tanta piedra como hay debería
hacerse calzadas empedradas anchas, con sus drenajes correspondientes
para evitar tanto lodo y mulos. Debería ponerse pequeños espejos
reflejantes ámbar de esos de bicicleta, para que cuando se viaje de
noche como los “ojos de gato” de la autopista indiquen que se va bien,
sobretodo cuando hay neblina y cuando llueve.
En los caminos empedrados, poner pilotes de concreto cada tramo para
marcarlos.
Pequeñas cosas que cuestan poco y ayudan mucho.
Extravío
Luis H. Arthur S.
Hace pocas semanas se extravió en el Pico Duarte una niña, adolescente,
que ya había subido dos veces antes. Pasó entre el Pico y el Valle de
Lilís, en una distancia abierta, pedregosa, de unos 1500 metros. Serian
las 11 am. Sus padres se enteraron al otro día en la mañana.
No
había
comunicación. Los radios que antes existían habían desaparecido. Allá
los celulares no funcionan. Hubo de ir a Jarabacoa para notificarles a
ellos y a las autoridades abúlicas.
La niña había pasado su primera noche a la intemperie a temperaturas
casi congelantes, y sin abrigos. Tenía una capa de agua plástica que le
llegaba hasta la rodilla y alguna comida y agua para el camino normal.
A las 11 del otro día, llegó un helicóptero de La Aviación Militar,
por diligencia de los padres.
Las autoridades no aparecieron. Un camión con soldados caza montaña
llegó a La Ciénega. Luego un general escoltado por un ayudante con
paraguas. Estuvieron un rato dentro de la oficina. Se fue el General
y tras él los caza montaña, sin haber escalado un sólo metro ni haber
hecho ningún esfuerzo. ¡Aun la niña no aparecía…!
Muchos guías de todos los grupos se unieron a la búsqueda. Llovía.
Al fin dos guías que como todos buscaban por solidaridad sin tregua ni
descanso, la encontraron sana y salva cerca de las 4 de la tarde a unos
7 km del punto de extravío. Caminó con ellos quizás por 3 horas hasta
“La Compartición”.
Ah! entonces los distintos “cuerpos” comenzaron a ejecutar la danza
del protagonismo. A veces uno no sabe que es peor, si el estar
extraviado o ser despiezado en esa danza insensata, como pollo de Amable.
¿Alguna enseñanza? ¿Se han establecido comunicación y brigadas
permanentes de rescate para estos rarísimos casos de extravío? Nada. ¡Ya
acabó esta fiesta…! ¡Viva la reelección!
No quise escribir sobre el caso hasta no subir y obtener testimonios
de actores, hasta no ver, vivir la aventura y el desamparo.
Créanme señores, los dominicanos vivimos sostenidos por la mano de
Dios y de tanta solidaridad humana que en momentos de desgracia brota
como manantial espontáneo.
El afán de los responsables no es servir, sino servirse, vivir bien,
aparentar, desinformar a la prensa con declaraciones encontradas de
héroes inexistentes. No cumplen, sólo aparentan.
|